EL BESO

Me pides que te hable de algo emotivo e interesante; hablemos del amor entonces. Amor, el amor en sus más diversas acepciones.

Amor sentimental, para comenzar. El más pasional, excitante y efusivo, sin duda alguna, de todos los tipos de amor que puedan existir. Amor puro y tierno, sensitivo y delicado, verdadero y universal, entre dos personas, del mismo o distinto sexo, que sienten de forma recíproca ese vínculo adictivo y sin razón, mágico y, en ocasiones, trágico, que es el enamoramiento.

Amor maternal, que se desprende con reciprocidad entre padres, madres, hijos e hijas. Ese amor hacia el vástago, hacia ese ser, sangre de tu sangre, que se presenta en tu vida, de golpe y para siempre.

Amor fraternal, que hay amistades que consiguen destacar y salirse del grupo formado por aquellas que, simplemente, “te vas encontrando por la vida”. Aquellas personas a las que realmente consideras amigas porque sabes que han estado, están y estarán a tu lado de forma incondicional; aquellas personas que, simple y llanamente, merecen la pena.

¿Y qué me dices de la manifestación del amor? Supongo que hay miles de formas de demostrar el amor hacia el ser querido. Una caricia, un guiño, un regalo, un abrazo, una palabra, un gesto, un detalle, y un largísimo etcétera. Pero si tengo que elegir una escojo, sin duda alguna, la que se me antoja ser la forma universal por excelencia, es decir, el BESO. Universal, ya que con él puedes demostrar tus sentimientos hacia tu pareja sentimental, hacia tus amigos y amigas, hacia tus familiares…

Un BESO para exteriorizar y mostrar el amor que sientes hacia una persona, ya que un beso, incluso enviado con la mano y lanzado al vacío, no es algo efímero, y los sentimientos y sensaciones que el mismo provoca pueden alojarse en la memoria por tiempo indefinido.

Y es por esto último por lo que debemos entender que los besos también manifiestan en cierta medida la otra cara de la moneda, el desamor. Porque cuando un beso cala en lo más hondo de una persona, su recuerdo será inseparable compañero de camino para el resto de su vida. Y cuando el amor se ha muerto el recuerdo de los besos que el mismo trajo sobrevive.

Así que represento el amor y el desamor como dos caminos a distintas alturas.

El amor como un camino que termina por elevarte a lo más alto y te permite, una vez alcanzado ese nivel en la altananza, deleitarte en su magia.

El desamor, por el contrario, lo represento como un camino que apenas te eleva, pero que tampoco te hunde. Porque es al final del mismo cuando uno debe detenerse a macerar las ideas y comprender que será en otra ocasión cuando el amor llegue.

THE KISS

You want me to talk to you about something emotional and interesting; so let’s talk about love. Love in all its different meanings.

Sentimental love, to start. The most passionate, exciting and effusive, undoubtedly, among all the kinds of love that one can experience. Pure and tender love, sensitive and delicate, truthful and universal, between two people, of the same or different gender, who feel that reciprocal, addictive inexplicable link. Magical and, on occasions, tragic, this is what it is to be in love.

Maternal love, which is shared reciprocally between fathers, mothers, sons and daughters. That love passed on to the offspring, to that being, blood of your blood, which appears in your life, suddenly and forever.

Brotherly love, because there are friendships that shine and stand out from those which come and go in life. I mean those friends who you really consider as friends because you know that they have been, are and always will be unconditionally at your side; those people who, quite simply, are worth it. .

And what do you think about the display of love? I reckon that there are thousands of ways of demonstrating love to the person that we love. An embrace, a wink, a gift, a hug, a word, a gesture, a little detail, and a long long etcetera. But if I had to choose one display of love, without a doubt, the one I fundamentally believe as the universal demonstration par excellence would be the KISS. It’s universal, because with it you can show your feelings to your sentimental partner, to your friends, your family…

A KISS brings to the surface the love you feel for a person because one kiss, even gestured with your hand and tossed into the air is not ephemeral and the feelings and sensations that this kiss brings about can remain in the memory forever.

And that’s the reason why we must all understand that, in a way, kisses also show the other side of the coin; the absence of love. Because when a kiss touches the very foundations of one’s soul, its traces will remain with them as an inseparable partner for the rest of their life. And when love is dead the memory of those kisses lives on forever.

So here I wish to represent both love and the absence of it on two separate levels.

Love which takes you to the highest pinnacle and when it reaches that point, leaves you floating in a trance

I have represented the absence of love, on the other hand, as something which barely lifts you off the ground, but doesn’t necessarily drown you either. Because sometimes in life it’s important to stop, think and wonder where this undulating route might end.